enero 29, 2008

Los códigos del día D

Los códigos en clave a utilizar en la invasión de Normandía eran el secreto más celosamente guardado de las tropas aliadas. Utah y Omaha para las playas a desembarcar; Mulberry para el puerto artificial provisional que se emplazaría tras el desembarco; Neptune para la operación naval y Overlord para la operación entera.
Uno de los coroneles encargados de la operación era aficionado a los crucigramas por lo que compraba regularmente el diario London Daily Telegraph. Días antes a la invasión, los códigos en clave aparecieron como respuestas al crucigrama, y apareciendo, por si faltaba más, en secuencia: Utah, Omaha, Mulberry, Neptune y Overlord. El almirantazgo se horrorizó tanto que estuvo a punto de cancelar el desembarco pensando que era resultado de un acto de espionaje y que el crucigrama era un aviso velado de la resistencia francesa. Sin embargo, un día antes de desembarcar, se logró comprobar que era una simple coincidencia.

enero 28, 2008

Un nombre afortunando: Hugh Williams

Una de las coincidencias más llamativas y documentadas es el recurrente hundimiento de barcos en el estrecho de Mensai, Gales. El 5 de diciembre de 1664 un barco se hundió en la zona y de los 81 pasajeros sólo un hombre de nombre Hugh Williams logró sobrevivir. Otro 5 de diciembre, pero de 1785, vuelve a hundirse un barco donde de los 60 pasajeros sólo un hombre llamado Hugh Williams logró salir con vida. En 1860, otra vez el 5 de diciembre, se hunde otro barco y de los 25 pasajeros solo sobrevive un hombre llamado Hugh Williams.

enero 25, 2008

Acerca de Pi

Pi es la razón de la circunferencia de un circulo a su diámetro. En distintas culturas, china, egipcia, europea, india, etc., se trató de obtener mejores aproximaciones de Pi por ser de aplicación en campos tan distintos como la astronomía o la construcción. Muchos de los intentos para evaluar Pi en la antigüedad utilizaban el método de calcular el perímetro de polígonos inscritos y circunscritos a circunferencias. Modernamente para evaluar Pi se utiliza una serie infinita convergente. Este método fue utilizado por primera vez en Kerala (India) en el Siglo XV. En 1706, el inglés William Jones fue el primero en utilizar el símbolo griego para denotar la relación entre la circunferencia y su diámetro. Euler en su obra “Introducción al cálculo infinitesimal”, publicada en 1748, le dio el espaldarazo definitivo.

Muchos intentos para determinar Pi con exactitud están relacionados con el clásico problema de la cuadratura del círculo: “construir, utilizando únicamente regla y compás, un cuadrado de área igual a un círculo dado”. Ferdinand Lindemann(1852-1939) demostró que Pi es un número trascendental. Esto significa entre otras cosas que el problema de la cuadratura del círculo no tiene solución. Pese a ello todavía se sigue intentando.

Johan Heinrich Lambert(1728-1777), matemático alemán, probó que Pi es irracional (un número irracional no se puede escribir en forma de fracción racional. Números racionales son : 1, 2 , 3/4, 17/23)

El matemático alemán Ludolph van Ceulen(1540-1610) pidió que, como epitafio, escribiesen en su lápida las 35 cifras del número Pi que había calculado. Los alemanes llaman a Pi el número ludofiano.

William Shanks, matemático inglés, dedicó 20 años de su vida a la obtención de 707 decimales de Pi. En 1945 se descubrió que había cometido un error en el decimal 528 y a partir de este todos los demás eran incorrectos.

En 1949 uno de los primeros ordenadores el ENIAC, trabajando durante 70 horas, determinó Pi con 2037 decimales. En 1959, ordenadores en Francia e Inglaterra calcularon más de 10,000 cifras de Pi. En 1961 Daniell Shanks (sin relación con William Shanks) y Wrench, obtuvieron en 8 hrs. 23 min., 100,265 cifras en un IBM 7090. En 1983, Yoshiaki Tamura y Yasumasa Kanada, en menos de 30 hrs., en un HITAC M-280 H obtuvieron 16,777,206 cifras. En Julio de 1997, Yasumasa Kanada y Daisuke Takahashi obtuvieron 51,539,600,000 cifras, utilizando un HITACHI SR2201 con 1024 procesadores.

enero 24, 2008

El origen del tenedor

Es imposible saber cuándo exactamente fue inventado el tenedor ya que, como es de esperarse, hay decenas de atribuciones y relatos sobre su creación. Sin embargo, al menos podemos saber como es que logró imponerse en la mesa como utensilio de facto.
El tenedor llega a Europa de la mano de Teodora quien no sólo era una chica muy escandalosa sino que además era la hija del Emperador Bizantino Constantino Ducas. Su padre, buscando expandir su poder, decide casarla con el Dux de la todopoderosa República de Venecia, Domenico Selva. Entre las tantas pertenencias que Teodora lleva a su nuevo hogar sería un extraño utensilio de mesa con forma de bidente el que logra cautivar la atención de todo el público. El tenedor comienza a extenderse lenta y limitadamente por Venecia. Esta lentitud fue debido a que en un principio el rechazo era general, de hecho, varios nobles como Catalina de Bulgaria y Carlos V de Francia intentaron importarlo en sus países pero no consiguieron éxito alguno. Al presentar el utensilio sólo se encontraban con las miradas de desapruebo de sus comensales, quienes preferían seguir comiendo a la vieja usanza y evitar lastimar sus labios y bocas con tan monstruosa maquinación. Y es que de hecho los primeros tenedores además de sólo contar con dos dientes, eran tan afilados y puntiagudos que al más pequeño desliz se pasaría un muy mal momento. Si bien rechazado por la nobleza en un principio, el tenedor encontraría un nuevo público adepto entre las masas populares, quienes generalmente no deseaban desafilar sus dagas sosteniendo comida constantemente con éstas.

Hoy en día sabemos que ya para el año 1423, gracias al trabajo de Marques de Villena y su tratado Arte Cisoria, a los nobles no les queda otra que adoptar la costumbre que ya se había difundido por el mundo entero. De todas maneras, el tenedor continuaría siendo una rareza y no sería hasta el siglo XVIII y en algunos casos hasta el XIX que las primeras fábricas nacionales de tenedores abrirían sus puertas en Europa.

enero 23, 2008

El pilar del templo de Nueva Delhi

Este pilar de hierro que desde hace 1600 años se remonta soberbiamente hacia el cielo, parece ser inmune a la corrosión y oxidación. Las teorías son muchas: desde el clima especial de Delhi, quizás el material utilizado o tal vez algún secreto cuyo ingeniero se llevó consigo a la tumba. Casi tan curioso como sus propiedades anticorrosivas es el método con el que fue construido, un complejo proceso de soldaduras primitivo. Estas propiedades obviamente llevaron a que la población local comience a explicarlas mediante magia y leyendas. De hecho la creencia popular indica que si se camina rodeando la columna mientras se piensa fuerte en un deseo, este se cumplirá.

Si bien la ciencia no puede explicar exactamente por qué la columna posee estas características, al menos nos da una explicación general: en la época en la que fue construida el hierro era extraído de la superficie terrestre, es decir que era hierro que permaneció expuesto durante millones de años a los elementos. Esto, combinado con un proceso de fundición especial propio de los ingenieros-alquimistas de la época, que adicionaba gran cantidad de fósforo, pudo haber otorgado al pilar tan formidable propiedad anticorrosiva. No solo en su estructura existe el misterio y la duda, sino que su origen se encuentra plagado de vacíos. La inscripción en sánscrito del tipo Gupta que se encuentra marcada sobre su base indica que fue construida a cargo de Chandragupta II Vikramditya (año 400 aprox.); algo singular ya que señala que el lugar original de la columna antiguamente se encontraba muy lejos del actual. No obstante, y aquí radica el misterio, encontramos varias inscripciones más, algunas relacionadas al Rey Anang Pal II, lo que indicaría que el monumento fue capturado varias veces a lo largo de su historia como trofeo de guerra y llevado a puntos geográficos muy separados entre sí.

enero 22, 2008

La historia de la costumbre de saludar con un apretón de manos

En Oriente
Su origen se remonta a más de cinco mil años en el pasado, atestiguado por jeroglíficos egipcios que representan pactos y arreglos entre hombres y deidades que, solemnemente, aprietan sus manos en señal de acuerdo. Sin embargo, uno de los antecedentes históricos más importantes proviene de Babilonia, hace casi unos cuatro mil años, exactamente en el 1800 A.C. Durante la festividad de Año Nuevo, el monarca babilonio debía realizar un cortés acto de sumisión ante el Marduk -máximo Dios Babilónico-. Este acto consistía en dirigirse hacia la estatua de dicha deidad y, en señal de respeto, estrechar su mano. Este acto, que originalmente significaba el traspaso o conferencia de poder, se vió modificado tras una guerra: Cuando los asirios invaden Babilonia, sus reyes, quienes se ven obligados a continuar con dicho acto como señal de respeto para evitar que el pueblo conquistado se rebele, empiezan a estrechar la mano de Marduk. Los asirios comenzaron a creer que esto era una tradición general y la adoptarían llevandola como suya a todo Medio Oriente.


En Occidente
En Grecia y Roma se estilaba a saludar estrechándose las manos pero de manera diferente de como lo hacemos hoy en día. Allí se estrechaba tomando la muñeca de la otra persona y apretando fuerte. Esto, si bien tanto en la Grecia post-homérica como en Roma se convirtió en una costumbre, viene de un ritual muy antiguo. Cuando en las primeras etapas de Grecia, marcada por varios dialectos y subculturas, se encontraban dos aldeanos de pueblos diferentes en el medio del campo, o viajeros en los caminos desolados, lo primero que hacían era retirar sus dagas y ver como reaccionaba la contraparte. Si éste mostraba signos de no querer pelear se procedía a guardar la daga y agarrar fuertemente la muñeca derecha del contrincante -en señal de que uno no retiraría su daga y lo apuñalaría a traición-, entonces ahí podrían dialogar tranquilamente y saber si la otra persona tenía algo para intercambiar o comprar.

enero 17, 2008

El alquimista inmortal

Cuenta la leyenda que de todos los alquimistas que invirtieron sus vidas en la búsqueda de la piedra filosofal sólo uno tuvo éxito. Corría el siglo 15 y los alquimistas comenzaban, lenta pero gradualmente, a diversificar su atención del mundo material hacia la medicina; y no era para menos ya que las pestes carcomían sin la menor piedad a las poblaciones de toda Europa. Sin embargo, entre los oscuros pasillos de las librerías de París, habitaba un singular y llamativo personaje de personalidad excéntrica y de inmensa sabiduría llamado Nicolas Flamel, del cual se dice, con un poco de inocencia y de romanticismo, que ha sido el único en alcanzar dos de las metas soñadas por todo alquimista: obtener la piedra filosofal y descubrir el secreto de la inmortalidad.

Si bien realmente existió un alquimista llamado Nicolás Flamel (su casa hoy en día es un restaurante parisino y parte de su laboratorio es conservado), cuenta la historia que una fría noche, mientras Nicolás buscaba información sobre piedras, un extraño hombre, el cual se presenta a si mismo como Abraham el Judío, se le acerca y tras una breve charla le regala un curioso libro. El libro estaba cargado de escrituras cabalistas y mitología griega, algo que llamó inmediatamente la atención de Flamel. Tras recibir el obsequio se pondría la meta de descifrar sus secretos, tarea que consumiría toda su vida. Como era tal el caudal de información y misterios que la obra contenía, Nicolás se encuentra en la necesidad de consultar a varios sabios, por lo que comienza a recorrer el mundo. Viajando a España, en tierras andaluzas se entrevista con varias autoridades religiosas y lentamente va creando manuscritos explicando el libro. Un día, gracias a la fortuna, logra encontrar al Maestro Canches, un hombre de inmensa sabiduría y quien sería su llave para develar el misterio. Tras muchas charlas deciden viajar hacia París, con el desgraciado resultado de la muerte de Canches por una enfermedad durante el viaje. Tal acontecimiento no frenaría el deseo de Nicolás y éste, muy empeñado, lograría tras varios años descifrar los misterios del tomo y conseguir la deseada Piedra.

Una vez con la piedra en su poder Flamel se volvió extremadamente rico y comenzó, como un Bill Gates de antaño, a aburrirse del dinero y a regalarlo. Decenas de hospitales, librerías y escuelas fueron construidas bajo su padrinazgo -y curiosamente algunos edificios aun conservan escrituras con su nombre-. De todas formas el tiempo iría predando su salud y la vejez prontamente llegaría a efectuarle una última llamada. A su muerte, su entierro fue llevado a cabo de la manera exacta que Nicolás había exigido, incluso fue utilizada una extraña lápida cargada de simbologías y runas -que hoy se encuentra expuesta en el Museo de Cluny-. Pasado un tiempo de su muerte ya todo el mundo se había olvidado del extraño personaje, pero, como no queriendo irse, Flamel sorprendería al mundo incluso una vez más. Unos meses después de su entierro, por cuestiones legales debe abrirse su tumba ante la rigurosa mirada de abogados y hombres de ley. Lo que éstos hombres ni el pueblo entero podían haber imaginado es que al abrir la tumba esta se encontrara vacía sin ningún resto humano y sin ninguna señal de forzamiento o rotura. Es así como queda el destino del viejo alquimista en el más oscuro y absoluto de los misterios.

enero 16, 2008

Todo depende desde donde se mire: el arte matemático de Escher

Maurits Escher: Por un lado sus trabajos no son fantasía sino que nacen de la estricta rigidez matemática que, astutamente aplicada, logra confundir nuestros sentidos haciéndonos ver cosas que no son. Por otro lado, su fascinante despliegue y talento, logran crear mundos dignos de la fantasía. En sus obras, el límite entre lo real y lo fantástico se pierde en un abismo de posibilidades.

Escher es el único, o al menos uno de los muy pocos, que logró crear arte de la matemática. Cuando digo arte matemático me refiero a verdadero arte matemático, donde la matemática es utilizada como un medio mismo y no como una casualidad. Si vamos al caso, a lo largo de la historia, la matemática fue utilizada cientos de veces en el arte: el cubismo, las decoraciones clásicas de figuras armoniosas, la arquitectura, los arcos triunfales, etc., son claros ejemplos. Sin embargo, en este tipo de arte, el uso de la matemática es simplemente una consecuencia y no un fin. Escher es, en mi humilde opinión, el primero en utilizar la matemática como un fin.

Nacido en 1898 estudió Arquitectura y Diseño Ornamental en la universidad de Haarlem en su natal Holanda. Tras sus estudios vivió en varias ciudades europeas, principalmente italianas, retirándose finalmente en la ciudad de Braans junto a su esposa. Aquí es donde comienza a crear algunas de sus más importantes obras. Estas se basan en gran medida en la explotación de poliedros regulares e irregulares, técnica que le permitió crear algunas de las teselaciones de plano más asombrosas, las cuales, innegablemente, no tienen nada que envidiarle a las vistas en las estructuras cristalinas de la naturaleza. Pero dejemos de hablar y veamos algunas de sus obras:

Ascendiendo y descendiendo
Quien mejor que el mismo Escher para explicarla: “Ambas direcciones, aunque no sin un significado, son igualmente inútiles. Dos individuos refractarios se niegan a participar en este “ejercicio espiritual”. Piensan que son más listos que sus compañeros, pero tarde o temprano admitirán que su inconformismo en un error”. Basada en una ilusión óptica de Penrose, Ascendiendo y descendiendo, muestra como los monjes suben y bajan en un ciclo interminable, y como aclaró Escher, su necedad no les permite ver que van hacía ningún lado.



Reptiles
Es una de sus obras más graciosas, el pequeño lagarto nace de un plano bidimensional evolucionando a uno tridimensional, en su vida recorre un mundo foráneo de tres dimensiones para terminar su ciclo vital arriba de un dodecaedro, inevitablemente volviendo a iniciar todo desde la bidimensionalidad.



Día y noche
A simple vista resultan ser imágenes especulares, sin embargo, y tras una breve inspección, observamos que la izquierda es el exacto negativo de la derecha y viceversa. Esto forma uno de los efectos más interesantes en su obra. Si comenzamos a ver de abajo hacia arriba veremos como las parcelas de tierra se convierten en aves, y, observando agudamente, veremos que las aves blancas vuelan hacia la noche y la negras hacia el día. Podemos ver, al fin de cuentas, que de algo absolutamente opuesto se crea una frontera abstracta e indistinguible.


Cielo e infierno
Una de sus más famosas obras es Cielo e Infierno, su fama es justa ya que logra adaptar, en una teselación, el modelo euclidiano que ideó Poincaré del plano hiperbólico no euclidiano. Fíjense como los ángeles y demonios encajan perfectamente unos con otros y disminuyen en tamaño a medida que se alejan del centro desapareciendo en infinitas figuras.


Mano con globo refractante
Según el mismo Escher está obra trata de expresar lo dicho por el filósofo Ralph Barton Perri y su . Explotando al máximo las propiedades de los espejos esféricos Escher intenta demostrar que el conocimiento del mundo deriva de lo que ingresa al cerebro por medio de los órganos sensoriales, y, en cierto sentido, la persona no experimenta nada más allá de lo que está dentro de sus propias ideas y sensaciones. La persona del reflejo es el mismo Escher. Si observamos detenidamente la dinámica de la imagen, veremos que mueva para donde mueva la esfera, su cabeza siempre quedará en el centro de esta, por lo que Escher comentó: “El ego permanece siendo el centro inamovible de su mundo”.

enero 15, 2008

El ensayo Kellog o cómo experimentar con tu hijo de 10 meses de edad

Winthrop N. Kellogg era un psicólogo doctorado en la Universidad de Columbia y profesor de la Universidad de Indiana, cuya área de especialización era el estudio del condicionamiento, la conducta y el aprendizaje. Habiendo estudiado la capacidad del ser humano para adaptarse a la ecolocalización, decidiría extender su investigación a descubrir qué separaba al humano del animal. Es así que realizaría en 1931 su obra más famosa: “El simio y el niño”, un estudio en el cual se utilizaría a un chimpacé bebé y a un humano de menos de un año, con el fin de hacerles convivir como si fueran hermanos, utilizando la misma ropa, juguetes y utensilios, para así observar y estudiar la evolución y aprendizaje de ambos bajo un entorno similar.

Para el experimento Kellogg utilizaría una chimpacé recién nacida, Gua, y a su propio hijo de 10 meses, Donald. El experimento tenía como objetivo discernir cuándo precisamente se creaba esa brecha que, racionalmente, separaba al humano del animal. Gua sería tratada y cuidada de la misma manera que Donald, y ambos formarían una relación similar a la encontrada en hermanos de la misma edad. Sin embargo ocurriría algo que Kellogg no imaginó: Gua comenzaría a aprender más rápidamente que su hijo, dejando de mojar los pañales y comenzando a comer utilizando cucharas antes que Donald. Al mismo tiempo, y ocurriendo exactamente lo inverso a lo que esperaba Kellogg, no sería Gua la que se “humanizaría” sino que sería Donald quien comenzó a desarrollar las conductas de un chimpancé: desde emitir ladridos hasta probar todo con la boca imitando el patrón característico de estos simios. Asímismo, su dominio del lenguaje se vería seriamente aletargado.

Si bien Kellogg terminó por separarlos, Donald reportaría que varios de los modismos y conductas aprendidos de Gua quedaron patentes durante toda su vida.

enero 14, 2008

Cuando la mala suerte ataca: el caso de Guillaume Le Gentil

Guillaume Le Gentil nació en una adinerada familia francesa del siglo 18. No debiendo preocuparse por el dinero decidió estudiar astronomía, y todo indicaba que pronto ganaría fama en el ramo ya que en sus primeros años logró catalogar algún que otro objeto estelar interesante. Sin embargo, deseaba obtener gran renombre y prestigio por lo que decidió establecer la distancia exacta entre el Sol y la Tierra, valiéndose del tránsito de Venus como referencia. Con este fin hace los preparativos y pone rumbo a la mejor ubicación posible: Pondicherry en la India.

En marzo de 1760 zarpa desde Francia, y tras luchar contra una peste y una muy curiosa invasión de ratas en el navío, llega a su escala en la colonia de Maurits. Allí, con pavor, se entera de que Francia e Inglaterra habían entrado en una brutal guerra. Tras realizar una serie de astutos cambios de planes zarpa en una fragata hacia la costa de Coromandel y de ahí intentaría ir hacia Pondicherry. Desafortunadamente, cuando estaba casi por llegar, recibe la noticia que Inglaterra había capturado la región, haciendo fusilar a cualquier francés que se atreviese a poner un pie en ella. El panorama no pintaba para nada bueno: no podía volver y no podía ir hacia ningún lado. A causa de este conflicto, Le Gentil se encontraba en un barco al llegar el 6 de junio, día del tránsito de Venus; a pesar de haber estado muy tranquilo el tiempo por la tarde, debido a lo calmo del mar durante la semana, para su horror ese mismo día una pequeña tormenta hizo que no pudiera tomar ninguna medición. Esto lo devastó. La próxima oportunidad de efectuar esa medición sería en 8 años, y si perdía esa debería esperar unos 100 años para una nueva.
En 1763 vuelve Pondicherry, territorio de nuevo francés, decidido a medir el tránsito de Venus por lo que se establece en la zona. Su tiempo de espera lo emplea realizando mapas y construyendo un pequeño observatorio. Tras esperar pacientemente durante tanto tiempo llega el día del tránsito: había un excelente clima y ni noticias de algún enemigo bélico; sin embargo, esa misma noche del 3 de junio de 1769 una terrible tormenta azota Pondicherry. Le Gentil no pudo medir absolutamente nada y la próxima de medición sería en 100 años. Habiendo de pasar más de 9 años de su vida enfrentando condiciones pésimas, guerras y pestes para nada, en un ataque de locura prendió fuego su observatorio.

Desconsolado vuelve a París. Durante el viaje soportó una serie de pestilencias que por poco acaban con su vida; para colmo de males una tormenta cerca de Réunion lo tira por la borda. Rescatado por un navío español, Le Gentil vuelve a Francia para enterarse que tras su caída al mar lo habían declarado legalmente muerto, siendo su puesto en la Real Academia de Ciencias otorgado a otra persona, su esposa se casó con otro hombre -su amigo de la juventud-, y para colmo de males todos sus bienes fueron repartidos entre herederos que el ni conocía.

enero 10, 2008

El ejército de simios de Stalin

Stalin, ante la necesidad de mayor poder bélico para contrarrestar a occidente, no tuvo mejor idea que la de intentar cruzar simios con seres humanos para obtener un súper guerrero: los soldados humanos mueren, ergo se necesitan muchos para una guerra y ergo se necesita mucho dinero. La Unión Soviética particularmente nunca fue un paraíso económico como para permitirse ejércitos altamente entrenados como los alemanes, o cuantiosos como los de Estados Unidos. En una reunión con Ilya Ivanov, eminencia en el campo de hibridación animal, Stalin le haría el pedido más singular y bizarro que éste científico escuchara en su vida: “Quiero un nuevo tipo de ser humano invencible, insensible al dolor, resistente e indiferente a la calidad de comida que se le de”.

Como esto ocurría a finales de los años 20, ni siquiera existían las técnicas de manipulación genética de hoy día, por lo que la única solución de Ivanov consistía en recurrir a las herramientas de la época, es decir, intentar aparear simios con seres humanos. Como el gobierno comunista de aquellos días no tenía problemas en despilfarrar vidas humanas y obtener “voluntarias” que aceptaran ser inseminadas con esperma de mono, la mitad de los “ingredientes” estaría servida. No obstante, si bien no tenían problemas para conseguir humanos con los que experimentar si tenían un gran problema en encontrar simios. Por esta razón, a finales de 1926, Ivanov es enviado a África con una gran cantidad de dinero para estudiar las poblaciones de monos y conocer así cual sería la raza más indicada de la cual retirar el esperma. Al mismo tiempo, en la Unión Soviética establecieron un centro de investigación. La idea, si funcionaba, era obtener un ser físicamente superior al ser humano y mentalmente un tanto imbécil -imbécil en la antigua terminología médica, no el insulto popular-, en la medida justa para saber cómo manejar armas y luchar, y no tanto como para cuestionar al gobierno.


Tras un notable fracaso en África, se dirigió a Francia -país en el que poseía muchos contactos ya que fue miembro del Instituto Pasteur en el pasado-. Aquí intentaría inseminar tres hembras de chimpancé con esperma humano, sin embargo, el fracaso se repetiría y no obtendría resultados. Continuando con sus estudios, la prueba final fue en Sukhumi, donde junto al apoyo de la Academia Comunista, intentaría inyectar esperma de simio en “voluntarias”. Otra vez los intentos estarían marcados por el fracaso total y para 1930 se abandonarían todos los intentos de hibridación humano-simio.

enero 08, 2008

Duck Army

Un poco de humor en el blog. La marcha de los patos. Solo imagínense aquello de "la patita, va al mercado..."

El embaucador de Los Ángeles

Otro gran estafador con un récord interesante es Christopher Rocancourt. Hijo de una prostituta y un alcohólico terminó en un orfanatorio al tener cinco años. Tras un tiempo en la sombría institución escaparía con rumbo a París; allí comenzaría a personificar ser un miembro de la familia Rockefeller. De fiesta en fiesta entre la alta sociedad, consiguiendo gran cantidad de préstamos y favores, lograría falsificar el título de una mansión que no poseía, y venderla por un millón y medio de dólares. Pasado el tiempo fue reconocido en Francia como estafador, por lo que decide escapar a los Estados Unidos. En el nuevo mundo no terminó su historial delictivo, incluso, y sorprendentemente, se haría más sonante. Fingiendo ser una estrella de cine, un boxeador campeón o un exitoso empresario, el hijo de Sofía Loren o el sobrino de Dino de Laurentiis, logró asociarse comercialmente a varias celebridades de Hollywood. Contraería matrimonio con la conejita de Playboy Pía Reyes y conseguiría que Mickey Rourke le prestase su casa. Su ego lo llevó a escribir un libro sobre sus hazañas, siendo este libro base tomado como "confesión" para que una investigación federal lo condenase alegando estafas superiores a 40 millones de dólares, solo en Estados Unidos.

enero 07, 2008

Un misterio del pasado: el acero de Damasco

Del siglo X al s. XVIII en la región de Damasco -Siria- se produjo una aleación para espadas y armas cuya calidad las convertiría en leyenda. El hecho de que en el presente no se conozca a ciencia cierta cómo se forjaban, las ha convertido en uno de los mayores misterios de la historia de la ciencia, ya que estudios recientes han demostrado la presencia de nanotubos en sus estructuras.

Duro y a la vez flexible, de una calidad tan soberbia que llegaba a rebanar las espadas europeas y mongoles portadas por los distintos ejércitos que invadían la región, el acero de Damasco resultó víctima del secreto y recelo con el que los herreros que lo producían guardaban su forja. Y no era para menos ya que además de ser una ventaja formidable en el campo de batalla, la aleación era una mina de oro para quienes la producían. Durante las Cruzadas, e incluso durante la gigantesca invasión mongol a Medio Oriente en el siglo XIII, nobles y generales de ambos bandos pagaban fortunas por estas piezas. Dichos montos no solo se justificaban por la verdadera calidad de dicho acero, sino que además eran alimentados gracias a la gran cantidad de mitos y leyendas que existían a su alrededor. Se llegó a decir desde que su filo era tan agudo que era capaz de rebanar una lámina de seda sólo dejándola caer sobre el mismo; y hasta que llegaba a cortar rocas sin perder su filo.

Otras teorías sobre la pérdida de la técnica indican que posiblemente el principal factor haya sido la caída en desuso de la misma, tras el agotamiento de los yacimientos ricos en tungsteno de la región, lo que impidió la fabricación y así la posibilidad de pasar el conocimiento a nuevas generaciones -debemos tener en cuenta que en el pasado muchas veces las indicaciones no se escribían o anotaban con el fin de evitar su robo o copia, sólo siendo transmitidas por vías de la experiencia de mentor a alumno-. Nadie sabe a ciencia cierta la técnica exacta, pero un estudio realizado en la Universidad Técnica de Dresde, Alemania, en el cual se utilizaron rayos X y microscopía electrónica, ha dejado atónita a la comunidad científica al demostrar que efectivamente el acero de Damasco presenta nanotubos de carbono y otras nano-estructuras en su composición. Hoy día estas particularidades en aleaciones y compuestos modernos son producidas industrialmente mediante la utilización de complejas técnicas desprendidas de la industria aeroespacial.

Dejando al lado los estudios modernos y hablando de su posible origen, hoy se sabe que la técnica se originó entre el siglo III y el I antes de Cristo en la India. Dicha técnica fue la primera en refinar una aleación utilizando un catalizador para remover las impurezas. Consistía, tras obtener un acero rico en carbono, en refinarlo utilizando un vidrio especial el cual elevaba a la superficie de la masa en caliente las impurezas, dejando en el centro un acero mucho más puro. La técnica iría viajando con los mercaderes y las tribus que, a causa de las guerras, eran desplazadas hacia el oeste. Una vez en Medio Oriente, alrededor del siglo IX depsués de Cristo, la técnica sería refinada y mejorada gracias a los extensos conocimientos en metalurgia de la región, dando como resultado el mejor acero para espadas de la historia. Esta teoría ha ganado mucha fuerza ya que también explicaría el surgimiento del acero de bulat fabricado en tiempos medievales en Rusia. El bulat no solo presenta características muy similares al de Damasco, sino que además, tras estudios arqueológicos, se pudo trazar su origen a Persia -bulat significa acero en persa- y de allí a la región de Samanalawewa, uno de los lugares en Asia donde se practicaba la técnica de la cual desciende el acero de Damasco.

¡Feliz año nuevo!

Les deseo que el recién estrenado año esté pleno de dicha, paz y felicidad. Celebro este nuevo inicio con el profundo convencimiento de que es posible construir un entorno armonioso, en el cual la cultura, a través de sus diversas manifestaciones artísticas, se convierta en un colaborador amplio, poderoso y generoso hacia ese laudable propósito. Les extiendo mis más sinceros deseos de que este nuevo año sea de logros y éxitos para todos.