septiembre 05, 2009

Las cinco vías para demostrar la existencia de Dios, de Santo Tomás de Aquino

Cada una de ellas es independiente de las demás, de modo que bastaría con que una sola fuese correcta para que la tesis quedara demostrada. No se le debe conceder al número cinco una importancia crucial. El propio Tomás, en su Summa Contra Gentiles, reduce las vías a cuatro, y en su Compendium Theologiæ a sólo una. Más importante que el número de las vías es la estructura que todas ellas comparten. Descubrirla permite comprender cuál es el camino que Tomás consideraba debe seguirse para demostrar la existencia de Dios.

Primera vía: El movimiento como actuación del móvil
Es cierto y consta por el sentido que en este mundo algunas cosas son movidas. Pero todo lo que es movido es movido por otro. Por tanto, si lo que mueve es movido a su vez, ha de ser movido por otro, y este por otro. Mas así no se puede proceder hasta el infinito… Luego es necesario llegar a un primer motor que no es movido por nada; y este todos entienden que es Dios.

Segunda vía: Experiencia de un orden de causas eficientes
Vemos que en este mundo sensible existe un orden de causas eficientes; pero no vemos ni es posible que algo sea causa eficiente de sí mismo, porque de lo contrario sería anterior a sí mismo, lo cual es imposible. Ahora bien, no es posible que en el orden de causas eficientes se proceda hasta el infinito… Luego es necesario suponer una causa eficiente primera, que todos llaman Dios.

Tercera vía: La contingencia o limitación en el existir
Nos encontramos con cosas que tienen posibilidad de existir y de dejar de existir, pues algunas se engendran y se corrompen. Ahora bien, lo que tiene posibilidad de no existir alguna vez no existe. De ahí que si todas las cosas tuviesen esa posibilidad de no existir, alguna vez no habría existido nada, y por consiguiente ahora tampoco, pues de la nada no procede nada. Pero dado que ahora existe algo, es que no todas las cosas tienen posibilidad de existir y de no existir, que algo ha de ser necesario, y esto, en última instancia, es Dios.

Cuarta vía: Diversos grados de perfección en las cosas
Encontramos en este mundo cosas más o menos buenas, más o menos verdaderas, más o menos nobles, y otras cualidades así. Ahora bien, el más y el menos se dicen de cosas diversas según la diversa aproximación a lo que es máximo en ese orden. Por eso ha de haber algo que sea óptimo, nobilísimo, máximamente verdadero y, por consiguiente, máximo ser. Y como lo que es máximo en un género es causa de todo lo que se contiene bajo ese género, ha de haber un máximo ser causa de la bondad, de la verdad, de la nobleza y de las demás cualidades por el estilo; y este es Dios.

Quinta vía: El gobierno de las cosas
Vemos que algunas cosas que carecen de conocimiento, esto es, los cuerpos naturales, obran con intención de fin… Ahora bien, las cosas que no tienen conocimiento no tienden a un fin si no son dirigidas por algún cognoscente e inteligente. Luego existe algún ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a un fin; que es lo que llamamos Dios.

El siguiente cuadro presenta en forma esquemática las cinco vías de Tomás y su estructura común. Debajo del mismo se explican brevemente cada uno de los elementos que lo componen.

1 comentario:

Guarnieri dijo...

Las vías tomistas para demostrar la existencia de Dios, me resultan poco atractivas porque han sido desarrolladas desde un punto de vista estríctamente intelectual: 'El gran intelecto de Tomás de Aquino, tratando de mirar al gran intelecto de Dios', ¡qué aburrido!. En otras palabras, su épica teológica adolece de una intuición directa de la verdad espiritual.

Sin embargo, parece que al final de su vida, Tomasito logró tener una experiencia de lo inefable, de Dios más allá de Dios. Y sobre ella lo único que alcanzó a decir fue: 'Después de lo que he visto, toda mi filosofía me parece un ochavo.'

Y la moraleja detrás de todo esto es, creo, que me parece un dédalo, no exento de dosis de buen humor, la difidencia de algunos en Dios, pero más aún, que los teólogos occidentales sigan aferrados a la idea de que no es 'bueno', querer conocer demasiado acerca de Dios.

Buen Blog Cromeyer.

¿Cuándo merodeará por las temáticas patafísicas?