El 4 de Octubre de 1957 comenzaba la Carrera Espacial mientras el mundo escuchaba asombrado por la radio la transmisión del primer satélite artificial humano en existencia, el mundialmente conocido Sputnik 1. satélite que particularmente había dejado humillada a la serie Vanguard de Estados Unidos. Pero Estados Unidos no se quedaría quieto y comenzaría velozmente a investigar diferentes tecnologías al respecto, los soviéticos sabiendo que no podían dormirse en sus laureles, y ya habiéndolo planeado de antemano, confirman el lanzamiento de un nuevo satélite casi instantáneamente. Este era el Sputnik 2 y su novedad sería que llevaría un ser vivo dentro de este con el que se podría comprobar todo lo que hasta ahora era teoría sobre el funcionamiento de un organismo vivo en gravedad cero. El padre de la misión era Serguei Korolev, quien estaba secundado por Nikolaï Koutyrkine, un ingeniero, y Georgui Gretchko, un matemático. Luego de un corto debate se decidió que el ser a enviar sería un perro. El control de la misión tenía varios perros recogidos de las calles de Moscú y fue Laika, ladradora en ruso, la elegida por su docilidad. Luego de empaparla en alcohol débil e instalarle diferentes sensores e instrumental la sentaron en el módulo donde la habían acostumbrado a dormir y descansar, para así lograr que sienta tranquilidad en este. el 31 de Octubre del 57 la nave fue preparada y Laika puesta por 3 días en espera al lanzamiento dentro de la nave, suceso que se dio el 3 de Noviembre de 1957 a las 22:28 cuando la lanzaron al espacio desde el cosmodromo Tyuratam-Baïkonour.La maquinaria de propaganda Comunista nos informaba que esta orbitaría la Tierra por unos días y luego un neurotoxico sería inyectado en su comida para así evitarle el sufrimiento de morir abrasada en el reingreso atmosférico, pero eso no sería cierto ya que de hecho Laika muere abrasada a las pocas horas de ser lanzada, no sin antes comprobar que se podía sobrevivir en gravedad cero. El Sputnik 2, con Laika ya muerta dentro de este, siguió su curso y luego de 2,750 órbitas al rededor de la Tierra reingresaría a la atmósfera el 14 de Abril del 58. Si bien la propaganda Soviética hizo creer al mundo durante décadas -al público en general ya que la NASA siempre supo que ésta no duró mucho tiempo viva por un análisis del sistema de refrigeración que llevaba la cápsula- sería el científico ruso Dimitri Malashenkov quién confirmara hace unos pocos años de la repentina muerte de Laika al sobrecalentarse la cabina.
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