Otro ser humano sobrecargado de electricidad fue la adolescente estadounidense Jennie Morgan, de Sedalia, Missouri, Estados Unidos, quien descargaba chispas entre ella y cualquiera que se le acercara; en ocasiones la otra persona quedaba inconsciente. Los animales le eran hostiles y huían de su presencia.
Otra adolescente llamada Carolina Clare, de London, Notario, Canda, mostró síntomas parecidos al sufrir una enfermedad no diagnosticada y durante la cual describió lugares que nunca habia visitado. La enfermedad duró un año y medio. Cuando se curó, Carolina estaba tan magnetizada que los cubiertos se pegaban a su piel y tenían que ser desprendidos de ella por otra persona. Tambien fue objeto de un estudio realizado por la Asociación Médica de Notario.
Otra adolescente llamada Carolina Clare, de London, Notario, Canda, mostró síntomas parecidos al sufrir una enfermedad no diagnosticada y durante la cual describió lugares que nunca habia visitado. La enfermedad duró un año y medio. Cuando se curó, Carolina estaba tan magnetizada que los cubiertos se pegaban a su piel y tenían que ser desprendidos de ella por otra persona. Tambien fue objeto de un estudio realizado por la Asociación Médica de Notario.
Los anteriores casos son sorprendentes, pero la más poderosa ‘pila humana’ fue sin duda Fran McKinstry, de Joplin, Missouri, cuya energía era tal que quedaba pegado al suelo. Por ejemplo, si McKinstry se detenía al caminar, no podía dar otro paso a menos que otros le levantaran los pies del suelo, rompiendo el circuito.
1 comentario:
Mira bicha yo creo que yo tengo esa enfermedad jajaja
Echate una historia de un gallo que vivio un monton de tiempo sin cabeza, no es paja, esa historia esta buena.
Te cuidas pues.
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