marzo 04, 2009

Los mayas, el 2012 y el apocalipsis

El aire abunda con especulaciones sobre lo que ocurrirá en esta fecha, más específicamente en el solsticio de invierno (hemisferio norte), 21 de diciembre, 2012. A menudo la gente habla de un cataclismo, un desastre natural o una guerra mundial. Otros advierten sobre eventos sobrenaturales, visitas extraterrestres o algún fenómeno cósmico impredecible no visto hasta ahora que irrevocablemente alterará la naturaleza de nuestra percepción de la realidad. Todavía otros ven en esta fecha el cumplimiento de profecías antiguas bíblicas, o de lo que se habla también en el Corán: la segunda creación, un nuevo cielo y una nueva tierra. Otros especulan que esta fecha puede marcar el inicio de un nuevo ciclo evolutivo o era geológica en la historia de la tierra.

El calendario Maya y el fin de la historia

La fecha 2012 viene del calendario cuenta larga Maya, el cuál define un ciclo muy preciso de 1.872.000 días empezando el 13 de agosto de 3113 AC (14 de agosto de 3114 AC en la cuenta Juliana), y finalizando en el decisivo día 21 de diciembre del 2012. Este intervalo de días es a menudo referido como “el Gran Ciclo.” Esto no es solo una cuenta de días fortuita, ya que integra el ciclo completo de la historia como la conocemos: esto es, desde el inicio de la primera dinastía en Egipto y la primera ciudad de Uruk en Irak, al estado acelerado de la globalización, cambios de clima y guerra en el que nos encontramos.

Pero, ¿quiénes eran los Mayas que pudieron llegar en tan preciso momento, y cual era la naturaleza de su calendario que pudo ser usado para predecir y definir eventos como el inicio y el final de la historia?

Sabemos hoy que la brillante era de la civilización Maya floreció e su punto más alto hace algunos 1300 años. Principalmente entre los grandes logros artísticos y científicos de los Mayas estuvo su sistema de calendario único. Utilizando un sistema vigesimal, con un cero posicional, las matemáticas que fundamentan el calendario Maya eran un fenómeno mundial totalmente único. Con este programa matemático los mayas idearon un elaborado sistema no igualado por ninguna civilización en este planeta: empleando más de 17 calendarios simultáneos, los Mayas calcularon innumerables ciclos del tiempo, todos grabados en un sistema de notación único en sus monumentos de piedra. Para los Mayas, el tiempo es un medio fractal de sincronizar eventos que ocurren en diferentes eras y hasta sistemas de mundos.

Para los Mayas, el ciclo de 5125 años –1.872.000 días que termina en el 2012-, es un fractal de calibración del tiempo cósmico perfecto: sus dos indicadores claves son el 13 y el 20 – por ende 13:20, la frecuencia de tiempo natural. Estos dos factores – 13 y 20 – también crean el Tzolkin o índice de 260 permutaciones, la base de todos sus calendarios. Por ende, la medida de 1.872.000 días se divide perfectamente en 13 sub-ciclos de 144.000 días cada uno, o 13 baktunes. Cada baktun se divide perfectamente en 20 sub-ciclos llamados katun de 7200 días cada uno, o 20 katunes por baktun. Esto significa que hay 260 (13×20) katunes por 13 baktunes, y que actualmente estamos en los últimos seis años del katun número 260 de toda la historia.




El treceavo y último baktun empezó en el año 1618. Este es el año que marca efectivamente el comienzo de lo que se llama en el oeste “revolución científica.” Esta fecha, 1618, también es conmemorada por la perfección del reloj mecánico. A pesar de que lo demos por sentado, este reloj, la base de la mecanización del tiempo, es la fundación de una civilización moderna, sin el cual la revolución industrial nunca hubiera ocurrido. Pero el calendario Maya también dice que la revolución científica, que comenzó en el año 1618, terminará, junto con toda la historia, 144.000 días más tarde, en el año 2012.

El 2012

El número de días en un baktun – 144.000 – es el mismo número que aparece en el libro del Nuevo Testamento, el Apocalipsis:
“Luego escuche el número de esos que fueron sellados: 144.000 detodas las tribus de Israel…” 7:4
“Luego mire y allí ante mí estaba el Ciervo parado en el Monte Zion,y con él 144.000 quienes tenían su nombre y el de su padre escrito ensus frentes.” 14:1
“Y cantaron una nueva canción… y nadie pudo oír la canción exceptolos 144.000 que habían sido redimidos de la tierra.” 14:3-4


¿Es mera casualidad que el número de la medida del tiempo para contar los días hasta la “Hora” del último día en el “fin del tiempo”, y el número de los elegidos redimidos de la tierra son el mismo – 144.000?
¿Como puede ser esto? La respuesta está en la profecía del 2012 sellado en la tumba de un hombre sabio de los Mayas, Pacal Votan.

En el año 631 A.D., en Palenque un gran rey Maya, Pacal Votan, notó el número de días transcurridos desde el inicio del Gran Ciclo, el ciclo del ensayo del hombre en la Tierra: 1366560 días. Consideró los factores múltiples de este número. Este era el número siempre previsto, el número que marcaría su destino, la razón de su misión en la tierra.

De su conocimiento de matemática astronómica, Pacal supo que esta era la fecha de máxima sincronización ocurriendo entre el primer día del primer baktun y el último día del treceavo baktun. Supo que este día comenzaba el ciclo de 52 años número 73 desde el comienzo de la cuenta de los días. Este era el sub-ciclo supremo armónico del Gran Ciclo. Fue durante este ciclo de 52 años que Pacal debía determinar la mejor manera de dejar la profecía del final de la historia – no el fin del tiempo, ni el fin del calendario Maya, sino solo el fin de la historia.

Por la sabiduría que se le dio, Pacal sabía que su tiempo terminaría con la finalización de su ciclo de 52 años número 73 (AD 683), y así concibió construir un gran monumento funerario, de acuerdo a sus instrucciones, por su hijo, Chan Balum. Todo sobre este monumento sería codificado con la profecía del final de la historia, incluyendo sus fechas de conmemoración y descubrimiento.

Así fue que habiendo pasado cuatro katuns u 80 años en la tierra, Pacal murió en 683 AD. El gran sarcófago monolítico le esperaba: Cubierto de jade, su cuerpo fue colocado a descansar. Encima del sarcófago fue colocada una magnífica escultura. Luego, por los próximos nueve años, un gran templo en forma de pirámide de nueve pisos fue construido sobre el sarcófago. La tumba ahora estaba bien sellada detrás de una puerta de piedra en la parte inferior de esta pirámide. En la parte de arriba de la pirámide un templo se había construido. El piso de la cámara central de este templo estaba cuidadosamente colocado con grandes losas de piedra, sellando efectivamente la escalera y el tubo parlante que llegaba hasta la tumba. Las paredes de las tres cámaras del templo estaban cubiertas con inscripciones, 620 en total: 140 en la cámara central y 240 en cada cámara lateral.



El templo finalmente fue dedicado en el año Maya 9.13.0.0.0 (AD 692).Una fecha proféticamente codificada. Este año Maya señaló que los nueve baktunes más trece baktunes pasaron desde el inicio de la cuenta de los días. Otros siete baktunes y Palenque fue abandonada. La jungla reclamó a Palenque. Cuando llegaron los españoles siete siglos más tarde, nadie tenía idea de que Palenque existía. Pero habían mitos, leyendas y ciertas tradiciones proféticas que hablaban de un gran rey llamado Votan que construyó una casa oscura y dejó detrás de él 22 (9 + 13) tablas que hablaban del futuro y de la venida de la religión cósmica de Hunab Ku: Uno que es dador del movimiento y la medida.

A principios del siglo 19, ciertos buscadores intrépidos y arqueólogos encontraron el camino hacia Palenque. Pero hasta la mitad de siglo 20, nadie tenía idea de que debajo del gran templo de las inscripciones, como se llegó a conocer la pirámide de Pacal, yacía una tumba y una profecía. En 1949, el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier estaba tamizando entre los escombros en el piso de la cámara central del templo de las inscripciones. Una de las losas de piedra que cubría el piso atrajo su atención por sus marcas curiosas en forma de vaso. Levantando la piedra cuidadosamente todo lo que saludó a Ruz fueron más escombros, pero un pedazo de losa captó su atención. Lo sacudió y excavó alrededor de él. Era la tapa de un tubo de losa.



El 15 de junio de 1952, tres años después, luego de excavar cuidadosamente, Ruz se encontró en una cámara en el final de la escalera. Seis esqueletos se encontraban frente a una gran losa trapezoidal de piedra. Abriendo esa losa una gran ráfaga de aire frío salió. Dentro estaba la estupendamente tallada tapa del sarcófago del gran rey de Palenque. Todo estaba en el tiempo perfecto, como fue precisamente predicho por Pacal Votan: desde el tiempo de la dedicación del Templo y la tumba hasta el tiempo de su descubrimiento, es un intervalo de exactamente 1260 años. El número 1260 es otro número a ser encontrado dos veces en el Apocalipsis: es el número de los dos testigos de laprofecía y de la mujer embarazada vestida con las 12 estrellas y sus pies sobre la luna:
“Y daré a mis dos testigos que profeticen por 1260, vestidos de cilicio.” 11:4

Estos dos testigos pueden muy bien ser Pacal Votan y Mahoma, ya que sus profecías son para el final del tiempo histórico. Y de la mujer embarazada llevada al exilio por el dragón de siete cabezas, está escrito: “Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por 1260 días.”
El mensaje de la tumba es simple: 1260 es el número del exilio de la humanidad. Este es el mensaje de los dos testigos de la profecía. Las 12 estrellas son los primeros doce baktunes, y la luna es el treceavo. El 1260 significa que cuando la tumba sea descubierta el mundo estará en el exilio del materialismo. Este mundo del materialismo es gobernado por el calendario Gregoriano de 12-meses y la hora de 60 minutos del reloj mecánico, por ende 12:60, la frecuencia del tiempo mecanizado y el número del exilio.



Pero la dedicación y el descubrimiento de la tumba también estaban precisamente sincronizados con el cierre del ciclo. Desde 1952 hasta 2012 son solo 60 años: 1260+60 = 1320. Esto significa que desde la dedicación de la tumba hasta el cierre del gran ciclo en el 2012 hay 1320 años. Este es el número codificado en las matemáticas del calendario Maya 13:20: 13 baktunes, 20 katunes cada uno, el número del ciclo completado en el 2012.

Conclusiones

El cumplimiento de las detalladas predicciones que la antigua cultura maya hizo para el periodo que media entre los años 1992 y 2012 de nuestro calendario plantea un profundo misterio y una pregunta inquietante: ¿nos encontramos realmente viviendo el final de una era cósmica y veremos dentro de siete años el amanecer de una con signo muy distinto?

¿Estamos realmente asistiendo al final de una era y al inminente comienzo de una nueva? Si es así, en breve debería tener lugar un cambio profundo en la Tierra y en la historia humana. Pero, ¿en qué puede consistir? ¿Cuál es el signo del tiempo que nos tocará vivir desde ahora hasta el año 2012 y el del futuro que nacerá en ese momento?

Estamos ante un simbolismo complejo que encaja con las profecías mayas del comienzo del «Sexto Sol»: una nueva era que, según su predicción, supondrá «el final del tiempo del miedo» y una humanidad renovada cósmicamente, que construirá una civilización superior a la actual.Muchos agoreros actuales de los medios electrónicos emplean esa fecha, en la que en efecto concluye el actual ciclo cósmico de la civilización maya, para realizar espectaculares anuncios que amplíen su audiencia o el número de sus lectores. Sin embargo, la verdad es que dichas profecías lo único que prevén es que el dios Bolon Yokte bajará del cielo, quizás por ser el dios que midió la tierra con su paso al inicio del tiempo. Y que la fecha, por cierto, coincide con una conjunción planetaria de Marte, Júpiter y Saturno. Ésta es la explicación de Alfonso Arellano Hernández, investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A diferencia de cosmogonías como la griega o la hebrea, entre los mayas existe la peculiaridad de que en sus relatos hay una gran recurrencia de creaciones previas, lo que significa que se renuevan. Mientras los mexicas cuentan cinco creaciones, los mayas contaron muchísimas más: antes incluso que los dinosaurios o la existencia misma del planeta. “Es el no tiempo de los dioses, ellos hacen cosas antes del fin”, señala Arellano.

La incógnita se despejará el 21 de diciembre de 2012.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por complacerme dicha investigación, siempre me ha llamado la atención la civilización maya y su capital palenque. Pero podrá usted tener información sobre Tehotihucan y sus principales sitios arqueológicos: La piramide de la luna, el sol y de Quetzalcóalt.
Saludos cordiales, me fascina su blog es muy interesante y variado, de esto debería tomar encuenta el sistema educativo.

Anónimo dijo...

no es verdad el apocalipse se va dar en un millon de años no en el 2012 muchoscientificos dicen soy saben esta la peor pagina decincia q e visto asta pronto mayass daaaaa