Sverd i fjell
Tres gigantescas espadas vikingas de 10 metros de altura se clavan en la dura roca de la región noruega de Møllebukta, Stavanger, en honor a la batalla que en 872 unió a toda Noruega bajo el mando de Harald Hårfagre. Comenzando así una de las edades doradas del país escandinavo. La espada más larga representa la espada del Rey vikingo Harald, y su simbolismo es la paz, ya que las mismas, al estar clavadas en la roca, no volveran a ser utilizadas. Esto representa la paz que esta edad dorada trajo a una Noruega que permaneció en constante estado de guerra interna durante la mayor parte del siglo IX.
El león herido de la montaña
Se encuentra en la Lucerna, una ciudad del centro de Suiza. Diseñado por Bertel Thorvaldsen, el león conmemora y honra la memoria de los guardias suizos del palacio de Tuileries que en 1792 fueron ejecutados de forma salvaje por revolucionarios franceses. Una vez capturados y ya indefensos, algunos de los guardias que no perecieron durante el combate fueron puestos de rodillas para luego ser degollados y mutilados con cuchillas. Siendo sus cabezas clavadas en lanzas y distintas partes de su cuerpo arrojadas por todo Paris. Otros 200 guardias sobrevivientes serían guillotinados. Hubo tanta saña a la hora de su ejecución debido a que los guardias, a pesar de ser fuertemente sobrepasados en número, pelearon con extremo valor y lograron retener a los atacantes durante un período considerable de tiempo. El texto principal dice “Helvetiorum Fidei ac Virtuti” -A la lealtad y al valor de los suizos-.
El monumento sería comisionado por Karl Pfyffer, un guardia que durante el ataque se encontraba en su día libre en las afueras de Paris. Pfyffer pasaría años juntando el dinero necesario para honrar a sus camaradas.
El monumento sería comisionado por Karl Pfyffer, un guardia que durante el ataque se encontraba en su día libre en las afueras de Paris. Pfyffer pasaría años juntando el dinero necesario para honrar a sus camaradas.
El anciano y los tigres
Esta espectacular escultura se encuentra en la fuente de agua natural de Hupao -tigre corriendo,- en Hangzhou, China. La fuente natural de Hupao en si misma ha sido considerada por generaciones como una fuente de agua increíblemente pura. La leyenda dice que un monje anciano se encontraba sufriendo y enfermo debido a la sequía de la región. Una noche, mientras se hallaba durmiendo, una criatura mitológica se le apareció en sus sueños, diciéndole que no debía preocuparse ya que dos magníficos tigres aparecerían al día siguiente y, con sus poderosas garras, cavarían sobre la tierra trayendo a la región el regalo de una fuente de agua única y mágica.
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