septiembre 24, 2007

¿Llegó el hombre a la luna?

Las acusaciones de falsificación en los alunizajes del Programa Apolo constituyen una teoría de conspiración que afirma que los alunizajes del programa Apolo jamás ocurrieron, sino que fueron falsificados por la NASA. Prácticamente todos los científicos, técnicos e interesados en la historia de la exploración espacial han rechazado estas afirmaciones calificándolas de infundadas y de no poseer carácter científico alguno.

Esta teoría afirma que los alunizajes del Apolo 11 del 20 de julio de 1969 y las siguientes misiones Apolo nunca ocurrieron, sino que fueron filmadas en la Tierra. La idea adquirió bastante popularidad después del estreno de la película Capricorn One, que muestra a la NASA intentando falsificar un aterrizaje en Marte. En 1967, el dramaturgo británico Desmond Lowden escribió un guión llamado The News-Benders en el cual todos los principales avances tecnológicos de 1945 eran simulados, el guión fue presentado en enero de 1968 y mostraba la falsificación de un alunizaje con modelos.

El primer intento de establecer estas denuncias como hechos concretos fue la publicación por Bill Kaysing del libro Nunca fuimos a la Luna (1974). Aunque quizá uno de los más conocidos sea NASA alunó a América escrito por Ralph Rene.

REACCIONES DE LA NASA

La reacción inicial de la NASA ante las acusaciones fue de indiferencia general. Finalmente encargó en 2002 al ingeniero espacial y escritor James Oberg la publicación de un libro en el que se refutaran las afirmaciones de conspiración. Sin embargo, pocos días después la NASA se echó atrás por miedo a la mala publicidad. Oberg anunció que continuaría con el libro de forma independiente, analizando también en él los orígenes socioculturales de la teoría de la conspiración.


Philip Plait, uno de los más entusiastas refutadores de las teorías de conspiración del viaje a la Luna, dice que sería apropiado que la NASA diera respuesta a las preguntas hechas, y según él la NASA se niega a responder a las preguntas de los acusadores porque considera de "baja dignidad" el verse obligado a hacerlo. Por otro lado James Oberg afirma que la reacción oficial de la NASA en la televisión ha sido bastante torpe y contraproducente cuando Brian Welch, un alto funcionario del departamento de relaciones públicas de la NASA, afirmó que todas las acusaciones eran falsas pero no se molestó en proporcionar demasiada evidencia.

LA TEORÍA CONSPIRATIVA

Sibrel argumenta que el fraude fue realizado debido a que existía la percepción de que si EE. UU. ponía un hombre en la Luna antes que la Unión Soviética, esto significaría la primera gran victoria en la Guerra Fría —puesto que los soviéticos ya habían sido los primeros en poner un satélite artificial en órbita, el primer hombre en el espacio y el primer paseo espacial—, en una década turbulenta para EE. UU. durante la cual sólo tenía para mostrar una serie de fracasos, entre los que se destacaban el desastre de la Invasión de Bahía de Cochinos, el asesinato de Martin Luther King, la guerra de Vietnam, el asesinato de John F. Kennedy, etc.

Aquellos que niegan la teoría de conspiración afirman que este mismo argumento haría que fueran los soviéticos los primeros interesados en detectar un fraude y los únicos con los equipos necesarios para hacerlo. Al no haber publicado tales pruebas habría que concluir que ellos fueron cómplices en contra de sus intereses.

LAS CONTROVERSIAS

A continuación se presentan algunos de los argumentos y contra-argumentos.

1. ¿Por qué la bandera estadounidense ondea en uno de los videos si no hay viento en la luna?
En las fotografías se puede observar que la bandera tenía un mástil superior para que permaneciera extendida. Los astronautas movían la bandera al colocarla, y tenía arrugas y ondulaciones por haber estado replegada durante el viaje hacia la Luna, lo que le daba en las fotografías una apariencia que puede confundirse con la de una bandera ondeando. Sin embargo, en los vídeos grabados en la Luna se puede observar que la bandera queda completamente quieta poco después de que los astronautas dejan de moverla, y permanecía así mientras los astronautas no la movieran.

2. Los astronautas tomaron miles de fotografías, todas ellas perfectamente expuestas y enfocadas. Los rollos de repuesto no fueron afectados por la intensa radiación cósmica sobre la Luna, condición eque debió haberlos dañado. Ellos lograron ajustar sus cámaras, cambiar los rollos, y cambiar filtros con sus trajes presurizados.
No es cierto. Muchas de las fotografías tienen defectos: o están desenfocadas o veladas. Las cámaras fueron modificadas a pedido por el fabricante, Hasselblad, para que pudiesen afrontar las condiciones de vacío y radiación que tienen lugar en el espacio.

3. Fotógrafos afirman que las fotos son falsas. Muchas de las fotos de los paisajes lunares de la NASA no tienen sombras paralelas. Este tipo de sombras sólo se pueden crear con múltiples fuentes de luz. Pero la única fuente de luz en la Luna es el Sol.
Si hubiera varias fuentes de luz los astronautas y objetos tendrían más de una sombra, cosa que no sucede. Las sombras no paralelas se producen debido al "efecto de perspectiva" que sucede también en la Tierra. Las sombras, además, no tienen por qué ser paralelas en un terreno irregular, como es el caso de la Luna.

4. La bandera y las palabras “United States” siempre brillan aún cuando todo es oscuro alrededor. Ninguna de la fotografías quietas, encajan con las tomas de video, sin embargo la NASA afirma que las tomó al mismo tiempo.
La superficie lunar refleja parte de la luz del Sol, iluminando las partes oscurecidas del módulo, cuyo material era además reflectante. No es cierto que las fotografías no coincidan con los vídeos grabados. Científicos y geólogos de todo el mundo las han analizado durante décadas, sin hallar ninguna anomalía.

5. Se argumenta que la ausencia de estrellas en las fotografías de la Luna es inaceptable, a pesar de la falta de atmósfera para oscurecer la visión. Yuri Gagarin dijo que las estrellas eran tremendamente brillantes. Sin embargo las fotografías de NASA no muestran estrellas en el cielo lunar. Se alega que la razón por la cual no aparecen estrellas en las fotos es porque los astrónomos calcularían sus posiciones y configuración y notarían algo incorrecto, por lo tanto el montaje sin estrellas era más fácil de manejar.
Tampoco aparecen estrellas en las fotografías tomadas desde el transbordador espacial, la estación espacial Mir o la Estación Espacial Internacional. La razón es que son demasiado débiles para ser captadas en la imagen fotográfica. Es necesario un tiempo de exposición mayor de 20 segundos, y el tiempo de exposición de las fotografías de las misiones Apolo era de una fracción de segundo. Las fotografías espaciales en las que aparecen estrellas son de larga exposición.

6. Los teóricos de la conspiración afirman que no se puede producir una llama en el vacío por la falta de oxígeno. Sin embargo tomas del aterrizador del Apolo muestran llamas que salen de la tobera.
El combustible del módulo lunar era hidracina, que reaccionaba espontáneamente en contacto con tetróxido de nitrógeno, sin necesidad de oxígeno ni chispa. En realidad las imágenes del motor del módulo lunar prácticamente no muestran una llama. Como es bien sabido por los ingenieros químicos, la hidracina es un combustible hipergólico, esto es, que no produce llama al quemarse.

7. Las imágenes de televisión del Apolo 11 eran bastante malas, sin embargo estas mejoraron mágicamente en las siguientes misiones.
El Apolo 11 no utilizó una antena de alta ganancia que sí utilizaron las misiones posteriores. Esta antena era capaz de transmitir imágenes en color.

8. ¿Quién se arriesgaría a usar el módulo lunar sobre la Luna cuando jamás se realizaron pruebas de simulación del alunizaje?
Claro que se hicieron pruebas del alunizaje. Tanto en la Tierra como en el espacio. La tripulación del Apolo 9 voló el módulo lunar en órbita terrestre, y el Apolo 10 probó el módulo lunar a escasos kilómetros sobre la superficie lunar.

9. Aunque el movimiento lento de la fotografía tienen una apariencia convincente de baja gravedad, no pudo disimular el hecho de que los astronautas se desplazaban entre pasos una distancia similar a la de los pasos en la tierra.
Los defensores de la falsificación de los alunizajes, alegan que la apariencia de ausencia de gravedad se hizo con una serie de cables de los que colgaban los astronautas y luego pasados a cámara lenta. El que la distancia de los pasos sea mayor o sea menor es una cuestión un tanto subjetiva sobre la que puede haber varias interpretaciones. Sin embargo, el polvo que levantaba las ruedas del rover lunar describen una parábola perfecta para después caer sobre el suelo lunar, debido a la ausencia de aire. En la Tierra eso no pasa, el aire hace que el polvo se levante y flote. No existe todavía tecnología suficiente para imitar en la Tierra las condiciones de vacío para que se lleve a cabo algo semejante.

10. La tela de los trajes espaciales está apuntada con cremalleras. Debió haber escapes de aire puesto que aún el agujero de una alfiler desinfla un neumático en poco tiempo.
La cremallera exterior del traje no era la que retenía la presión del aire. Los trajes están compuestos de varias capas interiores con diferentes funciones. La más interna retenía la presión mediante juntas de goma, tal y como ocurre en los trajes actuales.

Otros argumentos a favor del alunizaje, a partir de los hechos son: Los astronautas de las misiones Apolo trajeron unos 382 kilogramos de rocas lunares, que han sido utilizados por geólogos de decenas de instituciones científicas para avanzar en el conocimiento de la geología de la Luna. Algunas de las características de estas rocas no pueden ser reproducidas a partir de rocas terrestres, como alegan los teóricos de la conspiración. Las rocas lunares carecen de agua (al contrario que las terrestres), su superficie está literalmente bombardeada por la acción de pequeños micrometeoritos a lo largo de millones de años, y contienen isótopos de algunos elementos en proporciones diferentes a las de la Tierra. Adicionalmente, decenas de astrónomos, profesionales y aficionados, fotografiaron las naves Apolo en sus viajes hacia la luna y los radioaficionados pudieron seguir las conversaciones de los astronautas a través de modestos radiotelescopios, apuntándolos hacia la región exacta del cielo donde se encontraba la nave.

Aún así, la pregunta sigue sin tener una respuesta oficial y contundente: ¿Llegó el hombre realmente a la Luna?

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