marzo 27, 2008

La Danza Macabra o Totentanz

Dentro de las profundidades más oscuras de la naturaleza humana hay temores calados muy hondo, pero más allá de todo temor a ser olvidados y caer en un profundo abismo de nada. La muerte personifica el olvido, es la desaparición en su plena esencia. Así como los chicos de pequeños aprenden a cargar con sus temores jugando con estos para así tal vez llevarlos consigo más fácilmente, la cultura humana en su conjunto también lo hace de manera similar. Es mediante la expresión de estos temores globales que compartimos como especie, así como hoy en día vemos películas sobre guerras termonucleares -nuestro posible Armagedón- en los tiempos antiguos, cuando la peste hacía estragos por Europa, el arte comenzó a jugar con la muerte.. tal vez así se hacía más pasable.

La Danza macabra o Totentanz es un tema alegórico en el arte, tanto en la música, como en la pintura o literatura, que se caracteriza por la representación de esqueletos humanos -símbolo de la muerte- danzando, moviéndose o jugando como si se aferraran a su vida perdida. Tanto el rico como el mendigo, el Papa como el hereje son representados en estas imágenes, la muerte es inevitable y es igualadora, al final todos somos huesos marchando a la tumba. En la danza macabra vemos que esas diferencias terrenales se acaban en la muerte, y son los esqueletos bailando tan eufóricamente los que nos comentan que no importa cual haya sido el rol o posición de una persona durante su vida, al fin y al cabo eso desaparece. La figura del esqueleto en los siglos XIV y XV representaba a la muerte literalmente, un mundo repleto de plagas oscuras y guerras interminables pintaba un paisaje sombrío en las bóvedas de los cementerios donde los esqueletos se apilaban día tras día, y los crematorios que trabajaban la 24 horas del día no hacían mas que iluminar esta cruel realización. El mundo es efímero y lo efímero se acaba. Podemos ver representaciones de esta alegoría en los grabados del siglo XV de Huy Marchant, quien se podría decir es uno de los “padres” del genero, Konrad Witz, Hans Holbein y en infinidad de frescos que pululan las capillas y cementerios más antiguos de Francia, Suiza y Alemania. Siendo la más famosa la obra -tristemente destruida- que se encontraba en la Iglesia de los Santos Inocentes de París. En la poesía y literatura Goethe, Calderón de la Barca, Quevedo y muchos más de los más prominentes escritores que conocimos dejaron impresas sus impresiones sobre el tema.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Claudia: te he otorgado el Premio Arte y Pico (v. mi blog)

Ernesto Guajardo dijo...

Algo que me llama la atención es la atracción que aún persiste sobre estas representaciones de la muerte. El hijo de mi pareja (19 años) es straight edge y, a pesar de las frenéticas guitarras y baterías, su mirada se detiene en ciertos grabados, como los que ilustraron la clásica obra de Manrique.

Anónimo dijo...

Hola. Por favor dime como se llama la pintura que aparece arriba, diaz_brujo@yahoo.com.mx

Anónimo dijo...

Excelente Blog. Muy recomendable!!!