En los últimos años varios proyectos artísticos fueron creados a lo largo y ancho del mundo con el fin de levantar esculturas capaces de generar música a partir de los elementos. A continuación voy a mencionarles dos de las más interesantes y atractivas de las que tengo constancia.
El árbol cantor
Esta escultura de Art Jim fue solicitada por el Consejo de la región británica de Burnley. La misma, inaugurada en Diciembre del 2006 como parte de un proyecto turístico de la región, posee una particularidad muy especial. No sólo es llamativa visualmente, sino que además lo es al oído. Esto lo logra gracia a que su diseño, compuesto de varios tubos huecos de metal, le permite utilizar los fuertes vientos de la región para producir todo tipo de sonidos. Si bien la mayoría de las veces los sonidos producidos son un tanto caóticos, hay otras veces donde los patrones llegan a formar extrañas e interesantes melodías. Lo crean o no, ya están por sacar el CD del “Singing Tree”.
El órgano del mar
En Zadar, Croacia, existe otro llamativo instrumento musical experimental que se vale de la fuerza de la naturaleza para producir sus sonidos. El mismo es un gigantesco órgano hidráulico. Creado por el arquitecto Nikola Bašic, encargado de rediseñar la parte costera de la ciudad, el mismo es a su vez considerado como el órgano más grande del mundo. Dependiendo de la marea, y los vientos, el instrumento puede crear distintas melodías. A veces violentas, otras caóticas e incluso, como aseguran varios turistas, hasta atractivas a su propio modo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario