octubre 05, 2007

Herman, el conejo gigante

A pesar de que el título del post parece un encabezao ad hoc para un cuento infantil, esta vez la realidad supera a la ficción. Así como en Estados Unidos tienen la manía de producir calabazas gigantes -algunas llegando a pesar toneladas-, en Alemania se obsesionan con criar conejos gigantes, generando todo un mercado y hasta concursos internacionales alrededor de éstos simpáticos orejones.

Hans Wagner es criador de conejos, y desde muy joven se especializó en todo tipo de roedores europeos. Con el pasar de los años incursionó en la crianza de conejos y liebres de gran tamaño por lo que mezcló y registró las crías obtenidas de varias razas de conejos europeos. El éxito llegó cuando descubrió que al mezclar conejos bretones con conejos belgas por lo general se obtenían crías enormes.

Herman es su máximo exponente y orgullo (por favor, miren el tamaño de esas patas). Actualmente Herman es considerado el conejo más grande del planeta. Wagner fue entrevistado por la BBC, The New York Times, The Sun y varios otros medios de prensa. Según sus relatos, el comportamiento y costumbres de Herman son idénticos a los de los conejos de tamaño normal, si bien la única diferencia es la cantidad de comida que ingiere… sobre todo si se trata de lechuga, su manjar preferido.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo quiero uno que lindos son, he visto gatos gigantes también creo que en los EU.

Anónimo dijo...

¿Que suerte tendría el superticioso que tenga como amuleto, la pata de ese conejo?
:)


Saludos Claudita.

Anónimo dijo...

Al anónimo primero, le cuento que acá en El Salvador, había un gato gigante en la Urbanización Universitaria, allá por los años 80´s. Y sobre el conejo, qué divino!!! Gracias Claudia, ya me hiciste recordar al conejo de Alicia, con su reloj de cadena y su saco celeste.
Slds.

Anónimo dijo...

Ay gracias llave maestra no sabía, de seguro ya se ha de haber muerto el gatón, no porque seguro que iría a verlo.

CrMeyer dijo...

Jaja, pues lo del amuleto, ijole, de veras que sería un gran golpe de suerte, ahora bien, imaginate los agujeros que hace ese brincador... si Sofía pide uno algún día, será de peluche.

Con lo de los gatos, de ser tan grandes, mejor conseguimos panteras o tigrillos mejor. Recuerdo que había un tipo en La escalón que salía a pasear a su pantera por las mañanas, creo que todavía lo hace.

Saludos a todos, gracias por sus comentarios.